Astrofotografía

Debido a su gran tamaño en el cielo, el Sol, al igual que ocurre con Luna, es uno de los objetos celestes más irresistible de fotografiar. Por ello, tomar imágenes del Sol durante un eclipse resulta muy atractivo. Sin embargo, no debemos olvidar el riesgo que entraña tanto para las personas, como para los equipos fotográficos esta práctica, y por consiguiente, deben extremarse las precauciones.

Para realizar fotografías del Sol durante un eclipse se recomienda usar cámaras en las que se tenga control manual de los distintos parámetros de la fotografía, es decir, tiempo de exposición, ISO, o apertura. Las cámaras réflex comerciales cumplen estos requisitos y gracias a la gran variedad de oferta y versatilidad, se ha convertido en una compañera imprescindible en este tipo de fotografía.

A pesar de ser el objeto de mayor tamaño del sistema solar, su tamaño aparente en el cielo, debido a la distancia a la que se encuentra de la Tierra, es similar al de la Luna llena.  A fin de tener una imagen razonablemente grande del Sol, se recomienda el uso de equipos de una focal larga, entre 400 y 1.500 mm. Cuanto mayor sea la focal mayor será el tamaño aparente del Sol, y se podrán ver más detalles, como por ejemplo manchas solares, siempre y cuando se utilice el equipo adecuado. La siguiente tabla permite hacerse una idea del tamaño de la imagen del Sol impresa sobre papel de 10 x 15 cm para distintas focales (equivalente a las de una cámara réflex con película de 35 mm):

Focal (mm) Diámetro del Sol (mm) Tamaño del Sol porcentaje de la altura de la fotografía (%)
50 2 2
200 8 8
400 15 15
1.000 38 38
1.500 57 57

Focales muy grandes requieren equipo voluminoso que normalmente será pesado. Para evitar que la fotografía sea borrosa debido al movimiento de la cámara al ser sostenido con las manos, se necesita disponer un trípode al que acoplar el equipo fotográfico. Se recomienda revisar siempre las especificaciones técnicas del trípode escogido para asegurar que puede soportar el peso del equipo completo, por ejemplo, cámara y objetivo. Además, para evitar movimientos indeseados en las fotografías, resulta útil el uso de disparadores a distancia. También pueden utilizarse intervalómetros o las funciones integradas en las propias cámaras. De esta forma, pueden realizarse secuencias de disparo sin necesidad de accionar el disparador de la cámara y obteniendo diferentes fases del eclipse.

Dado el elevado brillo del Sol es imprescindible usar algún filtro solar fuerte delante del objetivo de la cámara. Una de las opciones más económicas es el uso de una lámina Mylar que debe colocarse en la apertura del objetivo. Con este accesorio se puede fotografiar sin problema el Sol sin que se sature la fotografía pudiendo obtener de forma nítida su silueta. Otra opción es acoplar un filtro Ha que permita fotografiar la cromosfera del Sol, pudiendo apreciar muestras de actividad como fulguraciones. Hay que tener en cuenta que los filtros deben adaptarse a los tamaños de los objetivos y puede ser necesario el uso de adaptadores. Aún con el uso de filtros, seguramente sea necesario utilizar valores de sensibilidad ISO bajos, aperturas cerradas y tiempos de exposición pequeños para evitar que la fotografía se sature.

Una opción que puede dar como resultado fotografías con mayor detalle y calidad, aunque también más compleja, es el uso de telescopios. En este caso, el tubo del telescopio asume la función de un objetivo fotográfico básico, pero de gran focal. Salvo en equipos avanzados, este sistema requiere un enfoque manual para poder fotografiar con nitidez. La montura del telescopio puede estar motorizada y gracias al seguimiento, el Sol no sale del campo de visión facilitando las secuencias de disparo. En este caso también es imprescindible el uso de filtros como los mencionados anteriormente. Además, el acoplamiento entre la cámara y, se realiza, normalmente, utilizando un adaptador que depende del modelo utilizado.

Otra opción es la de fotografiar la imagen del Sol proyectada en una pantalla. Las fotografías de la proyección pueden tomarse fotografías sin más precauciones que las utilizadas para proyectar el Sol. El equipo necesario para esta opción es menos exigente, y pueden capturarse las imágenes de forma sencilla con el modo automático de cualquier cámara.

En todos los casos, es conveniente comprobar el buen funcionamiento de la estrategia elegida realizando pruebas con algunas semanas de antelación, fotografiando el Sol en condiciones similares a las del momento del eclipse con equipo que será empleado (misma cámara, mismo filtro solar, misma hora del día, etc.). Además, es recomendable revisar que todo el material se encuentra en condiciones óptimas, incluyendo baterías, accesorios y poniendo especial cuidado en el estado de los filtros para evitar daños personales o en el equipo.